Desde un punto de vista histórico, la civilización maya comprende tres periodos: el periodo preclásico o formativo, que comenzó, cuando menos, hacia el
Durante el preclásico, la costa del Pacífico y las tierras altas desarrollaron la herencia olmeca; los contactos entre ambas culturas es evidente en la construcción de grandes edificios al comienzo de su historia. Sin embargo, fue en el periodo clásico cuando comenzó el esplendor y el progreso de esta civilización. Se construyeron grandes centros ceremoniales como Uaxactún y Tikal (Petén, Guatemala) y los mayas extendieron su influjo por las tierras bajas centrales y meridionales, donde construyeron otras ciudades como Palenque y Yaxchilán (Chiapas, México), Quiriguá (Guatemala) o Copán (Honduras). Estos centros fueron abandonados por razones todavía no comprobadas a mediados del siglo IX, aunque se cree que fueron factores de tipo cultural: riesgos de graves hambrunas, fragmentación política, interrupción de las redes comerciales, guerras e invasiones. Algunos de sus habitantes decidieron emigrar al norte de Yucatán.
Se inició así el periodo posclásico, en el que a partir del siglo XI se hizo presente la influencia de los toltecas, con la migración de los itzáes, procedentes del valle de México, una influencia que afectaría especialmente al gran centro ritual de Chichén Itzá. Por entonces se consolidó
Los primeros contactos de los mayas con los españoles tuvieron lugar en el año 1511, cuando desembarcó en sus costas Jerónimo de Aguilar. Posteriormente, en 1517, Francisco Hernández de Córdoba navegaría por la costa de Yucatán.
3. ORGANIZACIÓN POLÍTICA, ECONÓMICA Y SOCIAL.
La agricultura constituyó la base de la economía maya desde la época precolombina y el maíz es su principal cultivo. Sus técnicas combinaban formas muy arcaicas con otras muy elaboradas, como la irrigación, el drenaje o el aterrazamiento. Los mayas cultivaban también algodón, frijol, chile, tomate, camote (batata), yuca, cacao y otras especies comestibles. Las técnicas del hilado del algodón, la lana y el ixtle (obtenido de la yuca), además del tinte y el tejido, consiguieron un elevado grado de perfección. Los mayas utilizaban dos tipos de telares: el de cintura y, con menor frecuencia, el de estacas. A través de los motivos de los tejidos las mujeres mayas transmitían mitos y símbolos de sus respectivos pueblos. Como unidad de cambio utilizaban las semillas de cacao y las campanillas de cobre, material que empleaban también en los trabajos ornamentales, al igual que el oro, la plata, el jade, las conchas de mar y las plumas de colores.
Los mayas formaban una sociedad muy jerarquizada. Estaban gobernados por una autoridad política, el Halach Uinic, jefe supremo, cuya dignidad era hereditaria por línea masculina, y el Ah Kin, sumo sacerdote. El jefe supremo delegaba la autoridad sobre las comunidades de poblados a jefes locales o bataboob, capataces de explotación agrícola que cumplían funciones civiles, militares y religiosas. La unidad mínima de producción era la familia campesina, que cultivaba una milpa, parcela desbrozada sin la tala de árboles, ya que para los mayas los árboles, en especial la ceiba, eran sagrados.
Hecho por: Alexis Adilio.
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